El Starship de SpaceX sufre desintegración en pleno vuelo
hace 5 meses

El Starship, el cohete más grande y poderoso jamás construido por SpaceX, enfrentó un nuevo desafío durante su séptimo vuelo de prueba realizado el 16 de enero de 2025. Aunque el cohete logró despegar exitosamente desde la base privada de SpaceX en Boca Chica, Texas, la misión se complicó al perder comunicación con la etapa superior de la nave aproximadamente nueve minutos después del lanzamiento.
Mechazilla has caught the Super Heavy booster! pic.twitter.com/aq91TloYzY
— SpaceX (@SpaceX) January 16, 2025
La empresa confirmó que la nave se desintegró durante su fase de ascenso, según informó Kate Tice, gerente senior de sistemas de calidad de SpaceX. A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), SpaceX anunció que investigará los datos recopilados para determinar la causa del fallo.

En las redes sociales circularon imágenes de lo que parecían ser bolas de fuego visibles cerca del Caribe, probablemente restos del cohete al reingresar a la atmósfera. Esta fase de la misión tenía como objetivo probar el despliegue de 10 simuladores de satélites Starlink, diseñados para simular las próximas generaciones de satélites que SpaceX planea lanzar.
🔴🔴ATENTOS | Ha explotado al norte de República Dominicana la nave Starship de la empresa aeroespacial SpaceX, en un vuelo de prueba: salió desde Boca Chica, en Texas, y su ruta incluía un tránsito por el Atlántico al norte de Monte Cristi.
⚠️Los escombros se han precipitado… pic.twitter.com/29gP6BBlg3
— Jean Suriel (@JeanSuriel) January 16, 2025
A pesar del contratiempo, el "Super Heavy" booster logró aterrizar de forma controlada en la base de lanzamiento, marcando la segunda vez que SpaceX realiza con éxito esta maniobra. En intentos previos, la recuperación del booster había resultado infructuosa, destacando el progreso en la reutilización de componentes clave del sistema Starship.
El vuelo, etiquetado como Ship 33, era una versión mejorada de la nave, con actualizaciones significativas en los flaps de la nariz, un sistema de propulsión rediseñado, computadoras de vuelo más avanzadas y un escudo térmico reforzado. Además, la misión utilizó un motor Raptor previamente empleado, subrayando los esfuerzos de SpaceX para lograr un sistema completamente reutilizable que pueda transportar carga y personas más allá de la Tierra.

El cohete completo, con una altura de 403 pies y propulsado por 33 motores Raptor en su primera etapa, genera 16.7 millones de libras de empuje, el doble de la potencia del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la NASA. Su diseño está pensado para ser un pilar fundamental en misiones espaciales, incluidas las operaciones comerciales y los planes de NASA para el regreso de astronautas a la Luna bajo el programa Artemis.
A pesar del fallo en la etapa superior, el vuelo representa otro paso crucial en la evolución del programa Starship, que busca revolucionar la exploración espacial mediante tecnologías reutilizables y de alta capacidad. Cada lanzamiento ofrece datos valiosos que acercan a SpaceX a su objetivo de establecer un transporte confiable hacia el espacio profundo.